Niños pequeños con mochilas en la escuela mostrando confianza y calma en el primer día
Cómo aliviar la ansiedad de los niños en el primer día de clases

Cómo aliviar la ansiedad de los niños en el primer día de clases

El primer día de clases puede generar nervios y ansiedad en los niños más pequeños. La anticipación del cambio de rutina, la separación de sus cuidadores y la incertidumbre sobre lo que ocurrirá en la escuela pueden provocar lo que se conoce como “primeros día jitters”. Educar sobre este tema y proporcionar herramientas sencillas para manejar emociones ayuda a que los más pequeños afronten ese momento con mayor tranquilidad y confianza.

Antes de que comience el curso escolar, es útil hablar con los niños sobre lo que pueden esperar. Describir las actividades del día, mostrar imágenes del aula o de su maestra y revisar juntos la ruta para llegar a la escuela reduce la ansiedad anticipatoria. También es valioso permitir que expresen lo que sienten sin minimizar sus emociones, ya que esto contribuye a construir una comprensión emocional saludable.

Estrategias prácticas para reducir la ansiedad infantil

Una técnica sencilla consiste en practicar juntos la respiración profunda antes del inicio de clases. Guiar al niño para inhalar lentamente por la nariz y exhalar por la boca durante unos minutos puede ayudar a calmar el ritmo cardíaco y a reducir sensaciones de tensión. Otra estrategia consiste en permitir que el niño lleve un objeto familiar o reconfortante, como un peluche o una prenda que le brinde seguridad, lo que puede funcionar como ancla emocional durante las primeras horas.

El uso de cuentos o juegos que exploren situaciones similares también es útil. Leer historias sobre personajes que experimentan nervios ante nuevas experiencias y cómo los superan permite que los niños se identifiquen y aprendan técnicas de afrontamiento. Asimismo, es recomendable establecer una rutina predecible la noche anterior al primer día de clases, incluyendo un horario fijo para dormir y tiempo de calidad en familia, ya que esto favorece un descanso adecuado y reduce tensiones.

Fomentar un diálogo abierto y ofrecer apoyo emocional continuo durante los primeros días escolares contribuye a que los niños se sientan escuchados y comprendidos. Estas prácticas ayudan no solo a reducir ansiedad, sino también a construir una base sólida para el bienestar emocional en futuros momentos de cambio.

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