La educación pública sigue siendo un camino esencial para transformar la vida de millones de familias en Colombia, aunque aún enfrenta limitaciones que requieren soluciones sostenidas.
En Bogotá, la socióloga María José Álvarez destacó que la educación pública es el principal motor de movilidad social en el país. Sin embargo, también advirtió que la cobertura y la calidad todavía no alcanzan los niveles necesarios para garantizar igualdad de oportunidades.
Además, subrayó que la inversión debe enfocarse en fortalecer a las escuelas y universidades estatales, ya que son las que concentran la mayor demanda de los sectores vulnerables. También planteó que sin una estrategia clara de largo plazo, los avances corren el riesgo de estancarse.
Por otro lado, el análisis coincide con estudios internacionales que muestran cómo los sistemas públicos robustos contribuyen al crecimiento económico y a la cohesión social. De igual manera, plantea que en Colombia el reto es reducir la brecha entre lo urbano y lo rural.
Retos de la educación pública en Colombia
Asimismo, Álvarez resaltó que el país debe garantizar que los jóvenes cuenten con acceso a programas de apoyo que mejoren la permanencia escolar. En consecuencia, insistió en que becas, tutorías y acompañamiento académico son clave para asegurar trayectorias exitosas.
Del mismo modo, enfatizó que el fortalecimiento de la educación pública no debe depender únicamente de recursos financieros, sino también de políticas que integren innovación pedagógica y participación comunitaria.
En agosto de 2025, cifras oficiales revelaron que más del 70 por ciento de los estudiantes colombianos están inscritos en instituciones públicas, lo que confirma su papel estratégico para el futuro nacional.
