A pesar de los avances en cobertura escolar, más de la mitad de los niños de tercer grado en América Latina no comprenden lo que leen. En países como México, este rezago ha encendido alertas tanto en las aulas como en las políticas públicas. Por ello, un movimiento regional sin precedentes busca revertir esta crisis educativa con una meta clara: que todos los niños lean con comprensión antes de cumplir ocho años.
Una hoja de ruta para la alfabetización temprana
La iniciativa, impulsada por el Laboratorio de Aceleración para el Aprendizaje en América Latina y el Caribe y respaldada por organismos como el BID y Unesco, articula esfuerzos entre gobiernos, docentes y organizaciones sociales. A través de una hoja de ruta compuesta por siete metas concretas, se promueve una política integral de alfabetización inicial, con especial énfasis en los primeros tres grados de primaria.
En el caso de México, las metas invitan a fortalecer la formación docente, garantizar materiales adecuados y asegurar que cada escuela cuente con acompañamiento técnico. Además, instan a medir los avances con evaluaciones nacionales confiables y a destinar presupuestos claros a la enseñanza de la lectura.
Expertos señalan que los aprendizajes perdidos durante la pandemia aún no se recuperan. De hecho, el Banco Mundial alertó que, tras el cierre de escuelas, el 80% de los estudiantes de primaria en la región experimentan «pobreza de aprendizaje». Sin embargo, hay esperanza: países como Colombia y Chile ya comienzan a implementar acciones alineadas con esta agenda común, demostrando que con voluntad política y evidencia pedagógica se puede revertir el panorama.
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