Creatina en adolescentes: beneficios reales y riesgos evitables

Tomar creatina se ha vuelto una práctica común entre jóvenes mexicanos interesados en ganar masa muscular o mejorar su rendimiento físico. Sin embargo, aún existe confusión sobre si es segura o necesaria en edades tempranas. Frente al crecimiento de su consumo en gimnasios y redes sociales, la ciencia comienza a esclarecer su impacto real en adolescentes y adultos jóvenes.

¿Qué beneficios tiene la creatina en jóvenes?

La creatina es un compuesto natural que el cuerpo produce en pequeñas cantidades, pero que también se puede ingerir como suplemento. Según expertos de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, su uso adecuado puede mejorar la fuerza, aumentar la masa muscular y reducir la fatiga en entrenamientos intensos. Además, recientes investigaciones respaldan su seguridad en adolescentes mayores de 15 años, siempre que exista supervisión profesional y no se reemplace una alimentación equilibrada.

También se han identificado beneficios cognitivos en ciertas situaciones, como en casos de privación del sueño o exigencia mental. Aunque no reemplaza el estudio ni una dieta adecuada, se investiga su posible rol en el apoyo al rendimiento académico en jóvenes bajo presión constante.

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Lo que no se debe perder de vista sobre la creatina

A pesar de su perfil seguro, la creatina no debe ser vista como una solución mágica. El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán advierte que los efectos positivos solo aparecen si se combina con actividad física regular, una dieta completa y un contexto supervisado por profesionales de la salud. El riesgo surge cuando se consume por moda o sin conocer sus implicaciones fisiológicas.

Por otro lado, es clave distinguir entre el uso responsable y el abuso. En México, donde uno de cada tres adolescentes practica ejercicio de forma regular, el aumento de la creatina puede ser útil si responde a una necesidad real y evaluada, no a la presión social ni a tendencias virales.