Personas privadas de la libertad reciben educación en Tamaulipas como estrategia de reinserción social y derechos humanos frente a ciberataques.
Educación impulsa la reinserción social en penales de Tamaulipas

Educación impulsa la reinserción social en penales de Tamaulipas

En el Centro de Ejecución de Sanciones de Nuevo Laredo, 16 hombres privados de la libertad concluyeron un curso de matemáticas diseñado para reforzar conocimientos básicos y abrir camino a estudios posteriores. La Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas organizó esta iniciativa como parte de su estrategia de reinserción, convencida de que el acceso a la educación genera oportunidades de transformación personal y laboral.

De manera paralela, en el CEDES de Ciudad Victoria se llevaron a cabo exámenes de nivel básico. Nueve internos acreditaron la primaria y 34 la secundaria, entre ellos cuatro mujeres. El programa se realizó en coordinación con el Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos, lo que permitió otorgar validez oficial a los estudios.

Educación como pilar de la rehabilitación

Las autoridades estatales enfatizaron que la educación dentro de los penales no solo responde a una obligación legal, sino que también contribuye a la reducción de la reincidencia. Al brindar conocimientos académicos, los programas buscan que los internos adquieran herramientas prácticas que fortalezcan su perfil para la vida en libertad.

Los cursos impartidos abren la puerta a una mejor integración laboral y social, mientras que la acreditación de estudios oficiales legitima los avances alcanzados en el proceso formativo. Esta dinámica genera un efecto positivo en la autoestima de los internos y en la percepción de la sociedad sobre su potencial de reinserción.

Si este artículo te está gustando, te puede interesar: UNAM y BBVA impulsan becas con más de 2,300 millones de pesos

Coordinación institucional para avanzar en derechos

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte de los centros penitenciarios ha impulsado estas acciones con la convicción de que la formación académica constituye un derecho y un motor de cambio. La colaboración con el ITEA refuerza esa visión y asegura continuidad a los proyectos.

De acuerdo con el artículo 18 de la Constitución, la educación es uno de los ejes que deben regir la vida en los centros de reclusión. En México, más de 220 mil personas se encuentran privadas de la libertad y solo una fracción tiene acceso a programas educativos formales, lo que subraya la relevancia de los avances registrados en Tamaulipas.

Entradas Relacionadas