Mil 233 kilómetros de carretera separan a Ciudad Universitaria (al sur de la CDMX) de la Reserva de la Biosfera Calakmul, en Campeche. Es la segunda selva tropical más importante de Latinoamérica, después del Amazonas.
Su lejanía de la urbanización y sus más de 700 mil hectáreas y vegetación característica hacen de esta última el sitio idóneo para estudiar el ciclo del carbono y los impactos del cambio climático.
A través del Observatorio Mexicano del Clima y la Composición Atmosférica (OMECCA), investigadores del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM avanzarán en el conocimiento del ciclo del carbono y la contaminación atmosférica en México.
Es algo relevante para proponer estrategias que frenen el calentamiento global, atiendan el deterioro ambiental y aminoren su impacto en la salud humana y en los ecosistemas.
“Emprendemos una nueva aventura al establecer un sitio de validación de datos satelitales que genere información precisa sobre la variabilidad y tendencias de contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero. Elegimos Calakmul por el papel de la selva tropical en los flujos de carbono y agua en la región. Son
aspectos clave para que haya equilibrio, ya que los procesos que regulan los intercambios entre suelo, vegetación y atmósfera han sido poco estudiados”, afirma Michel Grutter de la Mora, del ICAyCC.
El laboratorio móvil está montado en un contenedor marítimo. Cuenta con equipo de punta, una torre para la instalación de una estación meteorológica y un equipo de medición de flujos entre el suelo y la atmósfera, entre otra infraestructura.