Un grupo de investigación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), coordinado por la doctora Alejandra Caballero Zamora, profesora del Departamento de Producción Agrícola y Animal de la Unidad Xochimilco, trabaja en el mejoramiento genético del Tenebrio molitor, insecto conocido comúnmente como gusano de harina.
El equipo, en el que participan la maestra Wendy Ortiz Padilla y el médico veterinario zootecnista Ángel Rodríguez Balderas, ha trabajado en los últimos años en el estudio de los factores involucrados en el diseño de núcleos genéticos para insectos, con el fin de coadyuvar en la eficiencia de la producción de insectos comestibles con potencial para consumo humano y animal.
Insectos comestibles
En entrevista, los especialistas informaron que hay evidencia de que los humanos han consumido insectos desde tiempos remotos. En México se encuentran documentados desde el Código Florentino en 1521 y las principales especies que destacan para su consumo son: pulgones, chapulines, grillos, gusanos de maguey, jumiles, escamoles y gusanos de la harina, entre otros.
Actualmente, la producción de insectos comestibles se ha visto como alternativa para la seguridad alimentaria debido a su alto valor nutricional, pues son ricos en vitamina B12, hierro, zinc, fibra, aminoácidos esenciales, omega-3 y 6, antioxidantes y principalmente como fuente de proteína.
La maestra Ortiz Padilla comentó al respecto que dada la importancia que se ha dado a los insectos como alternativa alimenticia, en la Unión Europea empiezan a ser reguladas algunas variedades, entre ellas el Tenebrio que es la especie modelo con la que el grupo de la UAM está trabajando.