El aprendizaje basado en juegos se refiere a un sistema de recompensas en el aula que puede ayudar a los estudiantes a cultivar el amor por el aprendizaje desde el principio. Mediante el uso de actividades para enseñar nuevos conceptos, los maestros pueden ayudar a un niño a pasar de aprender únicamente para tener éxito en la escuela a aprender por sí mismo. A veces, un juego o una meta inicial es la clave para desbloquear la fascinación interna de un niño por un tema.
Una de las mejores ventajas de la gamificación es que anima a los estudiantes a ser aprendices activos. Al aumentar la capacidad de atención de un estudiante para una tarea y alentar la participación, es más probable que las actividades basadas en juegos ayuden a los estudiantes a retener el conocimiento. Con el tiempo, esto lleva al aprendizaje como una motivación en sí misma para los estudiantes en lugar de ser atraídos solo por juegos o recompensas.
Las investigaciones sugieren que la gamificación también puede hacer que las tareas sean menos intimidantes para los estudiantes propensos al estrés. A medida que utiliza actividades para enseñar una materia, los estudiantes aprenden a asociar el aprendizaje con curiosidad y alegría en lugar de miedo. Sin el estrés adicional, estos estudiantes están mejor preparados para participar y tener éxito en la escuela.
Beneficios del aprendizaje basado en juegos
En pocas palabras, los beneficios del aprendizaje basado en juegos incluyen:
- Fortalece la motivación para aprender
- Fomenta el aprendizaje activo
- Aumenta la capacidad de atención
- Reduce el estrés de los estudiantes
Evitar los errores comunes de la gamificación en la educación
Cuando se usa incorrectamente, la gamificación en el aula puede hacer que los estudiantes se sientan motivados por las recompensas y desinteresados en el proceso de aprendizaje, exactamente lo contrario del resultado deseado. Para evitar esto, es importante comprender la diferencia entre motivación intrínseca y extrínseca.
La motivación intrínseca ocurre cuando los estudiantes disfrutan aprender por sus propias recompensas, como la emoción de comprender un nuevo concepto o descubrir una nueva habilidad. La motivación extrínseca, por otro lado, ocurre cuando los estudiantes están motivados por recompensas o castigos externos. Los efectos positivos de la gamificación ocurren más cuando los profesores priorizan la motivación intrínseca al planificar las actividades de aprendizaje.
Como maestro, puede ayudar a evitar que los estudiantes se motiven extrínsecamente eligiendo recompensas intrínsecas. En lugar de fiestas de pizza en clase, por ejemplo, intente generar recompensas que ayuden a los estudiantes a desarrollar una pasión por las materias académicas. De esa manera, asocian las partes divertidas del aprendizaje basado en juegos con lectura, matemáticas u otras habilidades.