La National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) anunció en su reporte del 9 de mayo (https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_advisory/ensodisc.shtml) que existe un 49 % de probabilidad de que el fenómeno de La Niña se desarrolle durante los meses de junio-agosto en el océano Pacífico, y un 69 % de que suceda en los meses de julio a septiembre de 2024.
Ambas cifras se mantienen en el rango anunciado por la organización a principios de año (https://www.climate.gov/news-features/blogs/enso/january-2024-el-nino-update-birds), cuando informó que “las posibilidades de que se produzcan condiciones de La Niña superarán el 50-60 % para el hemisferio norte a finales del verano/otoño”.
“Durante abril de 2024 surgieron temperaturas superficiales del mar (TSM) ecuatoriales inferiores al promedio en pequeñas regiones del océano Pacífico oriental. Sin embargo, en el resto del Pacífico ecuatorial prevalecieron TSM superiores al promedio. Los últimos valores semanales del índice de El Niño se mantuvieron entre +0,5 °C y +0,8 °C en todas las regiones, excepto en Niño-3 que fue de +0,3 °C”, explica la NOAA en su reporte de mayo y añade:
Anomalía negativa en la temperatura
“Las temperaturas subsuperficiales inferiores al promedio se mantuvieron estables durante el mes, con anomalías negativas que se extienden desde la línea de cambio de fecha hasta el océano Pacífico oriental. Las anomalías de los vientos en los niveles bajos se produjeron en el este sobre el Pacífico ecuatorial occidental, mientras que los vientos en los niveles superiores se aproximaron al promedio. La convección estuvo cerca del promedio en general en todo el océano Pacífico ecuatorial e Indonesia. En conjunto, el sistema acoplado océano-atmósfera reflejó el continuo debilitamiento de El Niño y la transición hacia ENSO-neutral”.
Para el organismo estadunidense, las condiciones para que suceda un fenómeno de La Niña inician cuando se observa una anomalía negativa en la temperatura de la superficie del mar durante un mes de -0.5 °C o menos en la región Niño-3.4 del océano Pacífico ecuatorial, y se espera que se alcanzará el umbral del Índice de El Niño Oceánico (ONI) de tres meses.