En Florida se reportó un aumento récord para un día en las muertes por COVID-19, en Texas superaron la marca de los 400 mil, avivando los temores de que Estados Unidos está perdiendo el control de la enfermedad y presionando al Congreso para que apruebe otro paquete de ayuda.
El aumento de las infecciones en Florida, Texas, Arizona y California durante este mes ha puesto a prueba al sistema hospitalario y forzado a dar un giro en 180 grados en las medidas para reactivar las economías tomadas en marzo y abril para frenar la propagación del virus.
El virus que surgió por primera vez en China a fines del año pasado, está llevando el número de muertos en Estados Unidos por COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus, más cerca de la marca de 150 mil a poco más de tres meses de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
Los casos en Florida han incrementado innumerablemente, esto, llevó al presidente Donald Trump la semana pasada a cancelar la convención del Partido Republicano programada para su nominación, que iba a realizarse en Jacksonville a fines de agosto. Sin embargo, hay un poco de esperanza en los datos de Texas, donde el departamento de salud estatal informó que las hospitalizaciones por COVID-19.