La ciencia mexicana se encuentra en un momento clave de consolidación, tal y como lo confirman los datos bibliométricos obtenidos de la base Scopus, que analizan el periodo comprendido entre 2019 y 2024; lapso en el que México ha mostrado un crecimiento sostenido en su productividad científica, al tiempo que comienza a tejer con mayor claridad vínculos entre el conocimiento académico y los grandes retos del mundo contemporáneo: sostenibilidad, innovación y políticas públicas basadas en evidencia.
Entre las instituciones más destacadas en el escenario científico nacional figuran la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) cuyas contribuciones abarcan desde la biotecnología y la ingeniería, hasta la salud colectiva y las ciencias sociales.
En ese rubro la UNAM sobresale con la mayor producción de artículos, alcanzando aproximadamente 80,000 publicaciones, además de presentar un impacto significativo en términos de citaciones, lo que refleja la influencia de sus investigaciones en el campo científico global.
Por su parte, la UAM con alrededor de 15,000 artículos y el IPN con 30 mil, son consideradas con un impacto elevado en comparación con otras instituciones, lo que denota una contribución relevante en distintas áreas del conocimiento.