El acceso a la educación básica sigue siendo uno de los retos más urgentes en México, especialmente para comunidades indígenas que enfrentan rezagos históricos. En este contexto, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) anunció que más de siete mil personas indígenas han recibido servicios de alfabetización, primaria y secundaria en lo que va del año, lo que representa un avance significativo en el combate al analfabetismo.
El programa del INEA busca garantizar que mujeres y hombres mayores de 15 años que no tuvieron oportunidad de estudiar puedan acceder a conocimientos básicos de lectura, escritura y matemáticas. Además, se trabaja con materiales en lenguas originarias para facilitar el aprendizaje y respetar la identidad cultural de cada región.
De igual manera, el instituto colabora con autoridades comunitarias y organizaciones civiles para ampliar la cobertura educativa en zonas rurales de difícil acceso.
Los servicios incluyen acompañamiento de asesores educativos, módulos itinerantes y campañas de sensibilización que invitan a las familias a sumarse al proceso. Este esfuerzo se traduce en mayores oportunidades laborales, mejor acceso a la salud y participación más activa en la vida comunitaria.
Educación como derecho y herramienta de inclusión
La alfabetización no solo abre las puertas al conocimiento, también fortalece el ejercicio de derechos y la integración social. En consecuencia, el INEA reafirma su compromiso de ampliar el alcance de estos programas, priorizando a los pueblos originarios como parte de una estrategia nacional de equidad educativa.
Un dato reciente indica que alrededor del 15 % de la población indígena adulta en México aún no sabe leer ni escribir, lo que muestra la relevancia de continuar con políticas sostenidas en esta materia.