El 21 de agosto de 2025, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos retiró alrededor de 6 millones de dólares anuales que sustentaban el Programa de Educación en Responsabilidad Personal en California.
La medida impacta directamente a jóvenes en contextos vulnerables, entre ellos menores en albergues o en hogares de crianza.
Razones de la suspensión
La Administración para Familias y Niños condicionó la continuidad del financiamiento a que se eliminaran referencias a identidad de género en el material pedagógico.
El gobierno californiano defendió su permanencia, argumentando que los contenidos ya habían sido validados y cumplen con criterios médicos y científicos. La falta de acuerdo provocó la cancelación inmediata de la subvención.
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Efectos en la comunidad educativa
El programa proveía herramientas para prevenir embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual, priorizando a estudiantes con menos acceso a servicios de salud.
Educadores y organizaciones locales han advertido que el recorte compromete avances alcanzados en la reducción de riesgos y limita la cobertura de programas de prevención.
La decisión refleja un enfrentamiento entre la política federal y la estatal sobre los límites de la enseñanza. Mientras Washington insiste en restringir conceptos como transgénero o no binario, Sacramento ha reiterado que la educación sexual integral fortalece la salud pública y fomenta el respeto a la diversidad.
Consecuencias de largo plazo
El retiro de recursos amenaza con dejar sin cobertura a más de 20 mil adolescentes cada año, cifra reportada por autoridades educativas locales, lo que incrementa el riesgo de embarazos tempranos y contagios en comunidades con menores oportunidades.