La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) vive un paro parcial que ha modificado la dinámica académica en varios planteles. Aunque algunas facultades mantienen actividades presenciales, otras han migrado a esquemas virtuales y en ciertos casos se suspendieron clases de manera total.
La medida responde a la situación derivada del caso Lex Ashton, que generó expresiones de inconformidad entre estudiantes y diversas comunidades universitarias. Además, se informó que las decisiones sobre continuidad o suspensión recaen en cada plantel, lo que permite atender particularidades locales.
UNAM y la continuidad académica en medio del paro
La rectoría destacó que se busca preservar el derecho a la educación sin ignorar las demandas estudiantiles. Asimismo, se subrayó que la implementación de clases virtuales es una alternativa para reducir el impacto académico. En consecuencia, los alumnos cuentan con distintas plataformas para dar seguimiento a sus programas de estudio.
Por otro lado, algunos centros han optado por suspender clases para garantizar espacios de diálogo. Del mismo modo, se alentó a que los procesos de comunicación interna se fortalezcan para evitar desinformación.
Impacto del paro en la comunidad universitaria
El paro en la UNAM se refleja de manera diferenciada, con facultades en plena actividad, otras en clases virtuales y algunas en pausa. En este escenario, la institución reafirmó su compromiso con la seguridad y la atención a la comunidad, buscando soluciones que combinen estabilidad académica y respeto a las manifestaciones.
Datos institucionales confirman que la UNAM concentra más de 370 mil estudiantes, lo que convierte cualquier decisión en un referente nacional por su magnitud.