En México, más de la mitad de los estudiantes de sexto grado no tienen las habilidades básicas de lenguaje y matemáticas, por lo que esta situación representa una verdadera emergencia educativa, afirmó Sylvia Ojeda, directora del Instituto Natura México.
En entrevista para el podcast del Faro Educativo #HablemosDePolíticayEducación, la experta en educación advirtió que el sistema educativo es un aparato complejo, enorme y con demasiados procesos, por lo que se debe involucrar a toda la sociedad en el desarrollo, construcción, implementación y diseño de políticas públicas.
Un ejemplo de este involucramiento es la participación de diversas organizaciones de la sociedad civil, como el Instituto Natura -que nació en Brasil en 2010 y hoy trabaja en distintos países como Argentina, Chile, Colombia, México y Perú- el cual, que ha pasado de la construcción de proyectos al desarrollo de propuestas de intervención con gobiernos para enfrentar dicha “emergencia educativa”.
Bajo este panorama, Silvia Ojeda comentó que en México se están implementado diversas estrategias y acercamientos con autoridades educativas de todos los niveles para ofrecer herramientas que apoyen el logro de aprendizajes, el desarrollo de materiales, la implementación de herramientas de monitoreo y evaluación, y capacitaciones para docentes, directivos, Asesores Técnico Pedagógicos y padres de familia, entre otras.
Durante el diálogo que sostuvo con Arcelia Martínez Bordón, coordinadora del Faro Educativo de la IBERO, y con Emilia Acosta y Galia Kerbel, estudiantes de la Licenciatura en Pedagogía, se analizaron los ambientes de incidencia micro-sociales, como la escuela, donde hay proyectos contextualizados que ayudan a resolver problemas específicos; en contraste con los ambientes macrosociales, donde surgen propuestas de política educativa.
En este sentido, Sylvia Ojeda reconoció que en lo local se resuelven muchas cosas y es necesario que sigan existiendo estas iniciativas de mejora, pero no es posible llegar a un alcance total de las necesidades urgentes con proyectos locales, por lo que se deben enfocar los esfuerzos para lograr incidir en la mayoría de los actores educativos.
Finalmente, Arcelia Martínez argumentó la necesidad de tender puentes entre distintos espacios y actores para que —desde diferentes trincheras—, docentes, escuelas, familias, autoridad educativa local y sociedad civil organizada, colaboren para hacer realidad el ejercicio del derecho a aprender de niñas y niños mexicanos.
Fuente: ibero.mx
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