El miedo y el rechazo son reacciones esperadas cuando nos aproximamos a algo que no conocemos. De ese modo, detrás del estigma y discriminación hacia las personas de la comunidad LGBTIQ+ está el desconocimiento y mitos acerca de cómo son, quiénes son, qué hacen, etcétera.
Una manera de romperlos es enterarnos, informarnos y formarnos, y ese es uno de los retos importantes por atender, para lograr que todos podamos vivir con tranquilidad, con derechos, con oportunidades e impulsando una cultura de paz. Hay que seguir luchando por habitar un mundo más plural, libre de violencia, afectivo y colectivo, aseguraron académicos de la UNAM.
En tal sentido, el “mes del orgullo” debe ser un pretexto para pensarnos en lo plural de los cuerpos, de los afectos, de las expresiones, del erotismo y entender que esa pluralidad siempre nos enriquece a todas y todos, aseveró Claudio Tzompantzi Miguel, profesor de la Facultad de Psicología (FP).
En el marco de esa celebración, Virginia Barragán Pérez, académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina invitó a que en la sociedad reflexionemos acerca de las acciones con las que contribuimos a construir ambientes que no permiten que todas las personas expresen su identidad de una manera libre, y esforzarnos para coadyuvar a fortalecer una cultura de derechos humanos y de respeto para todas y todos por el solo hecho de ser personas, e independientemente de cuál sea su expresión o identidad genérica.