El acceso a una alimentación equilibrada se afianza como parte de la política educativa en España. La Comunidad de Madrid anunció la inversión de 18 millones de euros destinados a distribuir frutas y hortalizas frescas entre 280 mil alumnos de primaria y secundaria durante el curso 2026. El programa busca fomentar hábitos saludables desde la infancia y consolidar un modelo de bienestar que trascienda el aula.
La iniciativa pretende acompañar los aprendizajes académicos con una propuesta integral de salud. Con ello se busca reforzar la conciencia alimentaria en etapas formativas, donde las rutinas nutricionales impactan directamente en el desarrollo físico y cognitivo. Además, la medida responde a las recomendaciones europeas sobre la inclusión de alimentos frescos en los entornos escolares.
Frutas y hortalizas como política educativa
El plan permitirá que los estudiantes reciban, de manera gratuita, raciones semanales de frutas y hortalizas seleccionadas por criterios de temporada y calidad. Asimismo, se prevé la incorporación de actividades pedagógicas para docentes y familias con el fin de reforzar el mensaje de salud preventiva. Del mismo modo, la estrategia apunta a reducir el consumo de ultraprocesados que aún persiste en los recreos escolares.
Una apuesta sostenible y social
El impacto no solo será nutricional. Por otro lado, la compra de productos favorecerá al sector agrícola local, generando un círculo virtuoso que une educación, salud y desarrollo económico. En consecuencia, la Comunidad busca que la inversión repercuta tanto en los estudiantes como en los productores madrileños.
Datos del Ministerio de Agricultura revelan que en España el consumo de frutas en población infantil continúa por debajo de las cinco raciones diarias recomendadas, lo que convierte al programa en una acción clave para revertir esta tendencia.