No hay buen trato sin empatía y respeto hacia las personas, sin la capacidad de escuchar sus necesidades. Por eso, es relevante que en los espacios educativos se atiendan las necesidades de alumnas y alumnos, quienes acuden no sólo para adquirir conocimientos, sino además para relacionarse y vincularse afectivamente.
Así lo afirmó la sexóloga María de la Almudena Paloma Andrés Domingo, del Instituto Terapia de Reencuentro, al ofrecer la conferencia “Cómo incorporar el buen trato en los vínculos afectivos”, organizado por la Facultad de Psicología (FP).
El buen trato incluye el lenguaje inclusivo. Los profesionales de la educación saben que está cargado de significados. “Con él se humilla, se desacredita o, por el contrario, se dignifica”, dijo la experta en el evento efectuado en el Auditorio Silvia Macotela Flores, de la FP.
Potenciar la cooperación entre las personas
Señaló también que se debe potenciar la cooperación entre las personas como una forma de interdependencia y ayuda mutua. Ir cambiando las relaciones jerárquicas de las instituciones por otras más igualitarias.
“Potenciar la creación de equipos, no en función del máximo rendimiento, sino teniendo en cuenta las necesidades de las personas que la integran, para conjugar eficacia y bienestar. El buen trato se contagia”, añadió.
La especialista expuso qué tan importante es que profesoras y profesores elaboren planes, programas y asignaturas los cuales potencien el buen trato, como que se atiendan los actos de abusos y maltratos que sucedan en sus espacios.
Igualmente, indicó que se debe fomentar la solidaridad para que todas las personas tengan las mismas oportunidades de desarrollar una vida digna, libre de discriminaciones y violencias.
“Otra práctica de buen trato en el ámbito educativo es facilitar el aprendizaje grupal, pues fomenta las relaciones igualitarias; grupos en los que se pueda compartir saberes y comunicarse sin enjuiciarse, que se pueda tomar la palabra, sentirse escuchados, y en los que, a su vez, se aprenda a escuchar”, mencionó.