En la era de las tecnologías digitales y la Inteligencia Artificial (IA) los sistemas educativos deben integrarlas mediante un enfoque crítico y un dominio técnico para comprender mejor su ejecución y límites, afirmó Juan Carlos López García, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La educación superior juega un papel fundamental en estas discusiones, proporcionando claridad sobre las implicaciones éticas y los desafíos que conlleva, tanto para los sistemas educativos como para la relación de la Universidad con su entorno, reconoció.
El académico del Departamento de Estudios Culturales de la Unidad Lerma advirtió, en entrevista, que existen muchas brechas en torno a estas tecnologías en la cobertura de Internet, así como su uso y consumo; por lo que alertó sobre la ausencia de indicadores en México que permitan entender el grado de apropiación tecnológica de la población.
Además, señaló la falta de claridad en el alcance del uso de la IA, por lo que es imperativo formular preguntas que identifiquen el alcance y la penetración en la sociedad mexicana.
En 2025, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) promueve la reflexión para empoderar a las personas y las comunidades en la comprensión y navegación de los avances tecnológicos, bajo el lema “Inteligencia artificial y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado”, refirió López García.
El maestro en Estudios Políticos y Sociales destacó que el uso de estos recursos tecnológicos en educación genera reflexiones sobre la marginalidad y los dilemas éticos respecto a su comprensión.