Samantha Castillo Becerril, licenciada en Psicología por ese campus, creó el Colillatón con el fin de recolectar esos residuos de manera colectiva.
La jefa del Proyecto Universidad Sustentable de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) sostuvo que es importante generar conciencia sobre los impactos que generan –a la salud y al ambiente– los desechos del consumo de tabaco.
Son sumamente graves a nivel individual y colectivo. Es decir, este hábito no sólo repercute en las personas que fuman, sino que expone a las que están alrededor y aspiran el humo, además de que contamina el medio ambiente, indicó la doctora Mayra Nieves Guevara.
Crean el Colillatón
En colaboración con la empresa Ecofilter, que entregó a esa sede académica contenedores para uso exclusivo de estos desechos tóxicos, “formé este proyecto que logró recolectar en una hora 12.25 kilogramos, equivales a 29,400 colillas, que recibirán un tratamiento específico posterior”.
En la conferencia Impactos sociales y ambientales de las colillas de cigarro, Leopoldo Benítez González, fundador de Ecofilter, destacó la relevancia del acopio de esta basura para evitar la contaminación de millones de litros de agua y conservar la biodiversidad marina y terrestre.
Además de que son muy perjudiciales para el suelo, el aire y el agua, dañan a los animales de cada ecosistema, ya que su filtro, elaborado de acetato de celulosa, tarda de tres a cuatro meses en biodegradarse de manera natural.
Residuos contaminantes
Nieves Guevara pidió a los integrantes de esta casa de estudios no introducir otro material –plástico, chicles, papel– en los contenedores que son exclusivos para colillas, porque son productos que se contaminan con los filtros y que podrían ser reutilizados para otros fines.
Para recolectar los residuos de cigarro se recomienda utilizar –por higiene– guantes quirúrgicos, cubrebocas y lentes, ya que es un material que está en la boca y en las manos de la gente que consume tabaco.