Aunque en la atmósfera de la Ciudad de México (CDMX) circulan alrededor de 50 tipos de polen, sólo algunos granos son alergénicos. Es decir, tienen características en su composición (proteínas) que en personas susceptibles provocan síntomas.
La polinosis o enfermedad alérgica afecta -en algunas latitudes- entre 15 y 25 por ciento de la población; en nuestro país, sobre todo en la capital, las cifras coinciden, afirmaron expertos.
La coordinadora de la Red Mexicana de Aerobiología (REMA), con sede en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM, María del Carmen Calderón Ezquerro, expresó: en el presente invierno se incrementó la presencia de pólenes con respecto a enero del año pasado; por ejemplo, en la zona de Chapultepec aumentó casi 100 por ciento, y 40 por ciento en Coyoacán.
Sin embargo, aclaró, esos granos no se concentran en los sitios donde hay más vegetación, como Ciudad Universitaria o Cuajimalpa, porque el viento los lleva de un lugar a otro, y no sólo dentro de la Ciudad de México, sino a las entidades vecinas.
Polen y alergias
Entre los pólenes más comunes se encuentran los de fresnos, tuyas, juníperos, encinos y distintos tipos de pinos, así como eucaliptos. Pero no todos causan alergias, puntualizó la científica.
El que sí provoca síntomas es el del fresno, que ocupa entre 50 y 55 por ciento de los que se encuentran en el aire; empero, cada año aparecen especies con mayor concentración porque hay árboles bianuales, como los encinos. Estos últimos a partir de mayo comienzan a disminuir, “pero vendrán otros, como los de los pastos”.
También subrayó que los pólenes de árboles como los fresnos, aumentan su concentración en la atmósfera entre el mediodía y las cinco o seis de la tarde; en la mañana y la noche disminuyen un poco, pero eso depende del tipo polínico del que se trate.
Fuente: UNAM