Una ciudad no solo se mide por su infraestructura o economía, sino por cómo cuida a su infancia. San Diego ha dado un paso firme al recibir una subvención estatal por 225 mil dólares destinada a mejorar la educación sobre sillas de seguridad infantil, una medida clave para reducir lesiones y salvar vidas. Esta iniciativa refuerza un enfoque preventivo y formativo en el ámbito educativo y comunitario.
El proyecto será liderado por la organización SAY San Diego, en coordinación con la Oficina de Seguridad Vial de California (OTS, por sus siglas en inglés). A partir de agosto de 2025, se implementarán actividades pedagógicas orientadas a padres, cuidadores y comunidades migrantes, con énfasis en el uso correcto de sillas de retención infantil. La intervención será especialmente dirigida a familias latinas, donde persiste una brecha informativa importante en temas de seguridad vial.
Educación vial infantil: una inversión en prevención y equidad
Este esfuerzo educativo contempla talleres en escuelas, clínicas móviles en eventos comunitarios y asesorías personalizadas para instalar y utilizar los sistemas de retención infantil de forma adecuada. Además, se distribuirán sillas gratuitas entre familias de bajos ingresos, atendiendo tanto la dimensión pedagógica como la económica del problema.
El modelo formativo se basa en estrategias culturalmente relevantes, incluyendo materiales en español y promotores comunitarios capacitados. El objetivo no es solo informar, sino transformar hábitos mediante una pedagogía cercana y sostenida.
Actualmente, las estadísticas revelan que el uso adecuado de sillas infantiles puede reducir hasta en 71% el riesgo de muerte en accidentes vehiculares. Sin embargo, muchos errores en su instalación o elección anulan su efectividad. De ahí la urgencia de una campaña educativa integral, que no solo enseñe, sino que empodere.
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