El aprendizaje depende tanto del contenido académico como de las condiciones que permiten que los estudiantes participen plenamente en la escuela. En noviembre, la UNESCO recordó que la salud y la nutrición son elementos esenciales para garantizar educación de calidad y asegurar que cada niña y niño pueda mantenerse en el aula con bienestar físico y emocional.
El informe señala que los programas escolares de alimentación, salud, agua y saneamiento ayudan a crear entornos seguros donde los estudiantes se concentran mejor, faltan menos y desarrollan habilidades con mayor estabilidad. Además, estos programas fortalecen la inclusión cuando ponen atención en las necesidades de grupos marginados. También destacan la importancia de integrar acciones coordinadas entre los sectores educativo y sanitario para que las escuelas funcionen como espacios protectores.
Escuelas saludables que impulsan educación de calidad
La UNESCO resalta que las instituciones educativas deben contar con agua potable, saneamiento adecuado y servicios que apoyen la salud física y mental. Asimismo, la alimentación escolar de calidad contribuye a mejorar el rendimiento y reduce desigualdades en comunidades con carencias.
A pesar de los avances, millones de estudiantes siguen sin acceso a programas de salud escolar. Por otro lado, la organización advierte que muchos países carecen de mecanismos estables para sostener estos servicios y requieren mayor coordinación con sectores sociales.
La UNESCO informó que más del 70 por ciento de los países aplican políticas que integran salud y nutrición en las escuelas, una cifra que confirma la necesidad de reforzar estas iniciativas para garantizar educación de calidad.
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