La transformación educativa no solo se mide en aulas mejor equipadas o programas innovadores, sino también en la capacidad del sistema para garantizar condiciones básicas que dignifiquen el aprendizaje. En Sinaloa, esta mejora avanza con paso firme: actualmente, solo tres planteles de educación básica en el sur del estado necesitan una subestación eléctrica para operar plenamente.
Así lo informó la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPYC), al precisar que estas tres escuelas ubicadas en Escuinapa y Rosario ya están registradas en el censo nacional de infraestructura, lo cual permitirá gestionar su atención prioritaria. Esta actualización se convierte en un avance concreto en el cierre de brechas históricas en la infraestructura escolar, particularmente en comunidades de alta demanda eléctrica debido a climas extremos o equipos tecnológicos.
Cobertura casi total en el sur del estado
Además, se aclaró que ninguna escuela más en los municipios del sur, incluyendo Mazatlán, Elota, Cosalá y San Ignacio, requiere subestaciones eléctricas en este momento. Esta cobertura casi total representa un paso decisivo hacia entornos escolares más seguros, funcionales y dignos para estudiantes y docentes.
La SEPYC también destacó que, para el ciclo escolar en curso, el área de Planeación ya tiene mapeadas las necesidades restantes, incluyendo gestiones ante la Comisión Federal de Electricidad para agilizar los procesos técnicos y de instalación. Esta coordinación interinstitucional garantiza que las escuelas no enfrenten retrasos innecesarios que afecten el rendimiento escolar.
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Subestaciones eléctricas como prioridad educativa
Según cifras oficiales, Sinaloa cuenta con más de 5,800 planteles de educación básica. En este contexto, que solo tres requieran una subestación eléctrica revela el impacto positivo de las políticas públicas enfocadas en mejorar las condiciones de enseñanza.