La pandemia de coronavirus ha cambiado la forma en que se educan millones de personas en todo el mundo.
Las nuevas soluciones para la educación podrían aportar una innovación muy necesaria.
Dada la brecha digital, los nuevos cambios en los enfoques educativos podrían ampliar las diferencias de igualdad.
- En cuestión de semanas, el coronavirus (COVID-19) ha cambiado la forma en que se educan los estudiantes en todo el mundo. Esos cambios nos permiten vislumbrar cómo la educación podría cambiar para mejor -y peor- a largo plazo.
Con la rápida propagación del coronavirus en Asia, Europa, el Oriente Medio y los Estados Unidos, los países han adoptado medidas rápidas y decisivas para mitigar el desarrollo de una pandemia en toda regla. En las dos últimas semanas, se han hecho múltiples anuncios de suspensión de la asistencia a escuelas y universidades. Al 13 de marzo, la OCDE estimó que más de 421 millones de niños se ven afectados por los cierres de escuelas anunciados o aplicados en 39 países. Además, otros 22 países han anunciado cierres parciales «localizados».
- Estas decisiones de control de riesgos han llevado a millones de estudiantes a situaciones de «escolarización en casa» temporal, especialmente en algunos de los países más afectados, como China, Corea del Sur, Italia e Irán. Estos cambios han causado ciertamente cierto grado de inconveniencia, pero también han dado lugar a nuevos ejemplos de innovación educativa.
- Aunque es demasiado pronto para juzgar cómo las reacciones a COVID-19 afectarán a los sistemas educativos de todo el mundo, hay indicios que sugieren que podría tener un impacto duradero en la trayectoria de la innovación del aprendizaje y la digitalización. A continuación, seguimos tres tendencias que podrían sugerir futuras transformaciones:
1. La educación – impulsada y empujada al cambio – podría dar lugar a innovaciones sorprendentes
- La lentitud de los cambios en las instituciones académicas de todo el mundo es lamentable, ya que los enfoques de la enseñanza basados en conferencias, los prejuicios institucionales arraigados y las aulas anticuadas tienen siglos de antigüedad. Sin embargo, COVID-19 se ha convertido en un catalizador para que las instituciones educativas de todo el mundo busquen soluciones innovadoras en un período de tiempo relativamente corto.
- Para ayudar a frenar la propagación del virus, los estudiantes de Hong Kong empezaron a aprender en casa, en febrero, mediante aplicaciones interactivas. En China, 120 millones de chinos tuvieron acceso a material didáctico a través de emisiones de televisión en directo.
- Otras soluciones más sencillas, aunque no menos creativas, se pusieron en práctica en todo el mundo. En una escuela nigeriana, las herramientas estándar de aprendizaje asincrónico en línea (como el material de lectura a través de Google Classroom), se aumentaron con la instrucción de vídeo sincrónico cara a cara, para ayudar a evitar el cierre de escuelas.
De manera análoga, los estudiantes de una escuela del Líbano comenzaron a aprovechar el aprendizaje en línea, incluso para asignaturas como la educación física. Los estudiantes filmaron y enviaron a sus profesores sus propios vídeos de entrenamiento atlético y deportes como «tarea», impulsando a los estudiantes a aprender nuevas habilidades digitales. El padre de uno de los estudiantes comentó: «mientras que el ejercicio deportivo duraba unos minutos, mi hijo pasó tres horas filmando, editando y enviando el vídeo en el formato adecuado a su profesor».
Con la tecnología 5G cada vez más extendida en países como China, EE.UU. y Japón, veremos cómo los estudiantes y los proveedores de soluciones adoptan realmente el concepto de «aprender en cualquier lugar y en cualquier momento» de la educación digital en una serie de formatos. El aprendizaje tradicional en el aula presencial se complementará con nuevas modalidades de aprendizaje, desde las transmisiones en directo hasta las experiencias de realidad virtual, pasando por los «influenciadores educativos». El aprendizaje podría convertirse en un hábito que se integre en las rutinas diarias – un verdadero estilo de vida.
2. Las asociaciones educativas público-privadas podrían adquirir mayor importancia
- En las últimas semanas hemos visto cómo se han formado consorcios y coaliciones de aprendizaje, en los que diversos interesados -entre ellos gobiernos, editores, profesionales de la educación, proveedores de tecnología y operadores de redes de telecomunicaciones- se han unido para utilizar las plataformas digitales como solución temporal a la crisis. En los países emergentes en los que la educación ha sido proporcionada predominantemente por el gobierno, esto podría convertirse en una tendencia predominante y consecuente para la educación futura.
- En China, el Ministerio de Educación ha reunido a un grupo de diversos integrantes para desarrollar una nueva plataforma de aprendizaje y difusión en línea basada en la nube, así como para mejorar un conjunto de infraestructuras educativas, encabezadas por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información.
Del mismo modo, el foro readtogether.hk con sede en Hong Kong (aquí el vídeo de China Daily) es un consorcio de más de 60 organizaciones educativas, editores, medios de comunicación y profesionales de la industria del entretenimiento, que proporciona más de 900 activos educativos, incluidos vídeos, capítulos de libros, herramientas de evaluación y servicios de asesoramiento de forma gratuita. La intención del consorcio es continuar usando y manteniendo la plataforma incluso después de que COVID-19 haya sido contenida.
A través de ejemplos como estos, es evidente que la innovación educativa está recibiendo atención más allá del típico proyecto social financiado por el gobierno o sin fines de lucro. En la última década,